See on Scoop.it – Amor Tierra Gaia
La sentencia sobre el Prestige lleva por fecha el 13 de noviembre de 2013, justo en el undécimo aniversario del desastre, pero en realidad es un documento de la era prePrestige. Una sentencia propia de la Edad de los Combustibles Fósiles. Un fósil, en sí misma. El relato es inverosímil. Todo parece fruto del azar y no existe la causalidad. Se formula, de forma indirecta o inconsciente, una especie de doctrina de la irresponsabilidad ambiental. Se blanquea la actitud de un Gobierno que nunca reconoció la realidad de una marea negra que afectó al menos a 1.600 kilómetros de costa. Se envía un mensaje patético a nivel internacional. En un peritaje modélico, los daños habían sido evaluados en 4.328 millones de euros. Pero al no haber responsables, no ha lugar a reclamación. Es decir, los daños no existen. En un anterior auto de la Audiencia, en el que se imputaba por vez primera a un político, José Luis López-Sors, se decía sobre la gestión gubernamental del desastre: “Peor, imposible”. La sentencia, puro conformismo, puede interpretarse ahora como un elogio de esa actuación. El mar puede con todo.
Bienvenidos a la prehistoria de la injusticia ambiental.
Sin culpables por el ‘Prestige’:
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/11/12/galicia/1384286434_974845.html
See on ccaa.elpais.com